En el año 1870, Francesc Majentí i Casals, “el Xec”, abrió una tienda en la casa bajo el Pont Nou. Era zapatero. Durante el tiempo de la guerra franco-prusiana, los franceses, que pasaban bastante hambre en su país, venían a Camprodón a comprar alimentos. “El Xec” les vendió todas las longanizas, butifarras y otros productos de los cerdos que mataba para consumo propio, y de este hecho siguió haciendo matanzas de cerdos. Así empezó uno de los establecimientos de embutidos con más tradición del pueblo. Desde esas fechas y sin interrupción, hasta hoy, sus descendientes seguimos la tradición que empezó el abuelo Xec hace ya más de ciento veinticinco años.